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Descubir nuestra ciudad

Vannes, ciudad armoricana fué fundada por los romanos hace casi 2000 años en el extremo del golfo de Mor-Bihan que en Bretón significa "pequeño mar".
Los romanos la nombraron Darioritum y llegó a ser un centro próspero, basado en un comercio importante por vias terrestres y marítimas, situado sobre la colina de Boismoreau, actual barrio de San Patern (santo fundador de Bretaña).
A fines del siglo III se construyó un castro rodeado de murallas a fin de protegerse de los sajones. Los galo-romanos edificaron una ciudad fortificada que al final de la Edad Media tenía una superficie de 10 hectáreas.

Porte de la Poterne
Porte Saint-Vincent-Ferrier
Porte Prison

Hoy en día, siguiendo las murallas desde la Puerta Prisión hasta la Puerta de San Vicente Ferrer se pueden ver cerca de 600 metros de murallas con una sucesión de torres y baluartes, siendo la torre del Condestable del siglo XV la más majestuosa. El centro de la ciudad guarda numerosos tesoros.
Un importante patrimonio de casas entramadas de vigas aparentes bordean las callejuelas, siendo las más antiguas del siglo XV. La Cohue, en la Edad Media servía en su planta baja de mercado cubierto y en la superior de tribunal de justicia.
Enfrente, se alza la catedral de San Pedro que, con el paso del tiempo ha sufrido numerosas transformaciones.

 

El barrio San Patern prolonga el descubrimiento del patrimonio histórico de la ciudad. También, el barrio del Puerto forma parte del Vannes histórico con la puerta de San Vicente, sus edificios del siglo XIX y el hemiciclo de la plaza Gambetta. No olvidemos los viejos y originales lavaderos del mismo siglo.
Vannes sigue siendo el centro administrativo del Morbihan. Visitar esta ciudad es recordar su pasado con más de 2000 años de historia. Numerosos príncipes bretones hicieron de ella su capital.
En agosto de 1532, el rey Francisco I firmó aquí el tratado de union del ducado con el reino de Francia. En el siglo XVII se desarrolla el puerto y en el año 1675, el exilio del Parlamento de Bretaña a Vannes por orden del rey Luis XIV tendrá numerosas consecuencias económicas y dará a la ciudad una importancia comercial y administrativa.
Vannes ha sabido preservar su patrimonio arquitectónico a través de los siglos y en 1990 recibió su recompensa con la calificación de "ciudad de arte y de historia".